En el presente escrito se propone revisar los supuestos que guían la práctica neurocientífica al afirmar diferencias sexuales en el cerebro. Tras la constatación de que una gran parte de la investigación y publicación de hallazgos neurocientíficos dan por hecho tal diferencia, encontramos una gran carga de lo que se ha denominado neurosexismo. Como forma de superarlo y desde la teoría feminista y el compromiso político se propone un acercamiento crítico a las neurociencias, que a modo de colaboración reflexiva entre (...) las disciplinas, pueda constituir un marco de superación de los prejuicios a la hora de hacer, pensar y diseñar la ciencia. (shrink)

Los argumentos neurocientíficos focalizados en demostrar diferencias sexuales en el cerebro gozan de una gran popularidad. Algunas de las conclusiones de dichos experimentos han derivado en propuestas neuroeducativas que promueven la educación segregada por sexos. Estas propuestas carecen del rigor necesario para poder ser aplicadas. No sólo porque los estudios neurocientíficos están lejos de poder aseverar diferencias sexuales significativas en el cerebro, sino porque falta un diálogo crítico entre las ciencias que fundamente estrategias educativas adecuadas en el ámbito de las (...) diferencias sexuales del cerebro. Concluimos que es necesario establecer un diálogo entre los diferentes ámbitos que conforman la neuroeducación, porque solamente de este modo se pueden fundamentar modelos educativos democráticos donde la igualdad de género sea un valor irrenunciable. (shrink)

This paper will unfold in two different critiques, first dealing with how neuroscience has sexed the brain, ignoring cultural elements of gender formation, and further focusing on the masculine bias of neuroscience research, which, we claim, adopts male physiological and social patterns as “normal”. In order to do so, we will start our investigation with some insights on the sex/gender debate and how it is of consequence for research on neurosciences of sexuality. Secondly, we will critic the way studies are (...) focusing on differences rather than similarities between genders, and how such strategy re-enforces gender biases. Finally, we use contributions from social cognitivist theory and feminism to support a more complex view of body, identity and gender performance. (shrink)

Hoy en día las noticias que vienen acompañadas del prefijo «neuro-» son acogidas con gran entusiasmo por el público general así como por el académico. La autoridad que se otorga a los resultados de los experimentos neurocientíficos y su exitosa divulgación a través de los medios de masas, sirven para que la lectura neurocientífica del dimorfismo sexual se haya extendido rápidamente, abriendo viejos debates feministas. Desde una posición feminista, nos vemos en la obligación de aproximarnos críticamente al neurogénero y sus (...) derivaciones sexistas conocidas como neurosexismo. Esta empresa se realiza con el objeto de identificar los riesgos que dicho discurso entraña para la lucha política feminista. Para conseguir nuestro objetivo nos basaremos en el análisis de las obras seminales del feminismo, así como en la propuesta postfeminista de Paul B. Preciado. (shrink)

Since the late 1980s, intersex adults and activists have critiqued the clinical recommendations defined in the 1950s to treat children born with ‘ambiguous genitalia’ with normalising medicine. While their struggles continue, in particular to halt the practice of genital surgery in early infancy, some European surgeons travel to African countries to transfer standards of care that have become highly controversial in the North, including in the medical community. Simple disapproval of these tours as ‘surgical safaris’ forecloses the possibility of analysing (...) more complex situations in which the so-called transfer of competence involves surgeons who promote ‘less cutting and more talking’. Such is the case – and the interest – of the surgical missions in West Africa in which I conducted recent fieldwork, accompanying a team of paediatric surgeons from a European university hospital collaborating with a renowned international NGO. This article analyses the ways in which a variation of sex development called hypospadias is framed and managed in this context through what I call a surgical script for hypospadias. I examine the conditions of (im-)possibility for Northern surgeons to operationalise, and sometimes revise, this script at the missions (but also closer to home). I discuss what the surgeons do in practice to reflect critically on the normative work of the surgical script for hypospadias as a social script on morphological ideals of sex, gender and reproductive heterosexuality. I consider in what sense genital surgery can be said to (re-)construct ‘normal’-looking genitalia, but also, fundamentally, the very idea of genitalia. (shrink)