Abstract
El artículo tiene como objetivo mostrar la ejemplaridad del modelo de la critica de arte que practica A. C. Danto, en una época marcada por la tensión entre la globalización y el multiculturalismo. En primer lugar se aborda la relación entre crítica de arte y filosofía del arte, pues en el caso de Danto se trata de dos aspectos inseparables; Duchamp introdujo la reflexión filosófica en el corazón del discurso artístico, y Danto responde a esta situación como filósofo y como crítico. El arte es para Danto una forma de pensamiento, y la experiencia del arte consiste en engranar pensamiento con pensamiento. Esta posición polemizo con lo respuesta puramente estética, puramente sensible, que el formalismo ha cultivado con lo reducción de la obra de arte a objeto estético. En segundo lugar, se describen tres tareas de la crítica: 1.) La descripción del significado de la obro y del modo como lo encarna. 2.) El compromiso de la crítica con el público lector y no con el lector erudito. 3.) La independencia y la solvencia ética del crítico. El arte no es una demanda de la globalización sino una necesidad fundamental de la subjetividad humana; la crítica de arte de Danto pretende hacer de la experiencia del arte una contribución para aprender a vivir en el pluralismo.