Comprender para Gadamer es ponerse de acuerdo en la cosa. En este sentido no es posible comprender una situación humana cuando hay una incapacidad para dialogar. El diálogo es aquella forma del lenguaje en la que entramos, en la que creamos tejidos de palabras y nos enredamos porque nos dejamos llevar por la cosa o la situación hermenéutica. La tesis de este escrito es la siguiente: El diálogo en Gadamer es un medio para llegar a la fusión de horizontes y (...) a la comprensión hermenéutica. La conclusión es que la hermenéutica solo puede lograrse y llevarse lejos si los dialogantes tienen disposición para ello y si reconocen la importancia de la opinión del otro como un acto de razón. Es decir, no como una abdicación de la propia razón. (shrink)