Abstract
Se busca mostrar cómo una revisión del concepto teológico de ‘pecado’, tal como lo enseña la tradición tanto católica como protestante, permite comprender mejor el origen del doble concepto de voluntad que se halla en el centro de las discusiones filosóficas en torno a la libertad humana: el concepto cristiano de total autonomía (voluntarismo), inadmisible para la razón humana, y el concepto racional (intelectualismo), que identifica voluntad e intelecto, y niega la idea tradicional de culpa. Ahora bien, parece que negar el concepto voluntarista de voluntad socaba la base sobre la cual se fundamenta la democracia liberal.