Agora 36 (2) (
2017)
Copy
BIBTEX
Abstract
Hoy, en las fronteras de muchos países se están construyendo muros y vallas cuyo gran esfuerzo en mantener las migraciones bajo control no sólo se demuestra inútil, sino que redundan en un gran perjuicio económico y vital para las personas que intentan cruzar estas fronteras. Como respuesta al declive del poder nacional soberano debido a los procesos y estructuras globales, algunos Estados se están fortificando como forma de reclamar la forma tradicional de poder territorializado, orientado fundamentalmente a frenar a los migrantes globales. Pero la violencia que este fenómeno produce lleva a ciertas paradojas tanto respecto al desarrollo de las políticas internacionales como para la representación política de las soberanías nacionales. Analizamos aquí algunos de los síntomas de estas contradicciones, así como aquella que tomamos como causa desde el punto de vista del poder soberano.