Abstract
Este trabajo propone y defiende una posición racionalista moderada sobre el conocimiento a priori en general y el filosófico en particular, intermedia entre el racionalismo radical y el naturalismo radical. Por racionalismo radical entiendo la tesis de que la justificación de las respuestas a las cuestiones centrales de la filosofía depende sólo de métodos filosóficos de investigación – argumentos intuitivamente válidos que parten de premisas intuitivamente verdaderas, siendo las intuiciones en cuestión de un carácter particular –, no de la ciencia; la filosofía es así autónoma respecto de la ciencia empírica, y goza de una autoridad propia frente a ella.