Abstract

Los estudios en oncología en el cáncer avanzado constituyen un subconjunto extremadamente crítico de todos los estudios clínicos, como quiera sujeto al respeto de la Declaración de Helsinki y de la Good Clinical Practice , que se practican en sujetos particularmente vulnerables. Un primer aspecto crítico es la diversa perspectiva del investigador y del paciente , que extremada claridad de información, posible sólo si preexiste a la información una válida relación médicopaciente. Los riesgos principales implican la dificultad de valorar cuidadosamente los éxitos clínicos, por lo cual se requiere un protocolo de estudio articulado y científicamente a la vanguardia, valorando con cuidado la dimensión del ejemplar y los procedimientos propios de la investigación , para alcanzar los objetivos de los estudios sin agravar ulteriormente el sufrimiento y los inconvenientes de los enfermos. Algunos a,spectos problemáticos tienen relación con el diseí'io del estudio, especialmente aquellos de "no-inferioridad", el uso y el archivo de ejemplares hiológicos, la posibilidad de valoración precoz de .fútilidad y de clara superioridad, a,spectos que deben estar bien presentes en los protocolos. Existe también el riesgo, asociado al relativismo ético de la cultura contemporánea, de violar la dignidad de los pacientes, e,specialmente de los más vulnerables entre ellos. No hay medios técnicos para garantizar el respeto de la dignidad del sujeto en una experimentación clínica, cualquiera que sea, en el cáncer terminal. El único medio es la conciencia del personal clínico que en el "cuidado" del enfermo, incluso aquel que participa a una experimentación, re,speta al mismo tiempo la dignidad propia y aquella del paciente, reconociéne/ole la plena dignidad de persona que está yendo al encuentro del propio límite último