Abstract
El filósofo francés Gilbert Simondon es conocido por su crítica a la forma como las perspectivas sustancialista e hilemórfica conciben la individuación. Para Simondon, la individuación no se piensa desde una plenitud alcanzada, sino desde un proceso en el que el individuo se está constituyendo individual y colectivamente. De este modo, muestra el desplazamiento de una teoría de la relación a una teoría de los procesos de individuación en la cual la ontología cede el paso a la ontogénesis. El presente artículo quiere mostrar cómo el pensamiento de Simondon sobre la educación guarda una estrecha relación con la forma en que la individuación se presenta como proceso y no como resultado. Si la educación es relación, esta se da dentro de un proceso de individuación y no es el evento de un encuentro entre individuos ya constituidos. En el fondo, la escuela, como la individuación, es un campo de tensiones y potencialidades. Simondon es optimista en que una educación que mejore las condiciones de comunicación en el interior de los procesos educativos tendrá unos efectos restauradores en el entramado social, y podrá ser, por tanto, el eje articulador de una sociedad más solidaria y liberadora.