Abstract
Se puede afirmar que la concepción voluntarista de la ley en Locke es típicamente moderna. El empleo de un léxico que enfatiza el elemento volitivo como esencia de la ley tiene su origen en teorías antropológicas, jurídicas y teológicas tardomedievales, de las que Suárez es el principal vehículo en su transmisión a la modernidad. Sea directa, sea indirectamente, el influjo de la concepción suareciana de la ley sobre Locke es incontestable. El artículo indaga, finalmente, la secuencia histórica Suárez-Grotius-Locke en la búsqueda del hilo conductor del voluntarismo de dichos autores y replantea diversamente de como habitualmente es entendida la fórmula empleada por Grotius sobre la validez de la ley natural, a saber «etiamsi daremus non esse Deum», cuyo verdadero sentido es indicar la relativa autonomía de la ley natural respecto de la voluntad divina.