Abstract

En años recientes y como una de las consecuencias de lo que Ricoeur ha denominado "explosión del modelo nomológico", la cuestión del estatuto narrativo de la historia comenzó a ganar adeptos en el campo de la discusión epistemológica. En la década del 60 aparecen -casi simultáneamente- los trabajos de W. Galfie, M. White y A. Danto, coincidiendo Sos tres en revalorizar ía estructura narrativa del discurso histórico. Esta posición provocó la crítica de algunos historiadores y filósofos quienes consideran a la narración corno una estructura de­masiado pobre y muy cercana a las bellas lettres para una disciplina con aspiraciones de cientificidad.