Abstract
Este trabajo considera la relevancia de la teoría de la potencia de la cogitativa de Tomás de Aquino, subrayada por Cornelio Fabro durante sus primeras investigaciones en los años 40 del siglo XX, en los actuales estudios neuropsicológicos, y en especial como un modo especial de superar una perspectiva dualista en la psicología de la percepción. La tesis es coherente con una visión antropológica basada en la unidad substancial entre alma y cuerpo. En consecuencia, las capacidades de la facultad de la cogitativa (estimativa, en los animales) implican una peculiar versión de la percepción, irreductible a puro pensamiento, así como a las sensaciones, una versión que está presente en la concepción psicológica de M. Merleau-Ponty y de J. J. Gibson.