Abstract
Partiendo de un análisis de la posición ambigua que tiene el arte en el mundo actual (entre la autonomía y la heteronomía), se formulan dos tesis. En primer lugar, se propone una tesis ontológica, según la cual el arte está constituido por un doble impulso: por un lado, un impulso constructivo, presente en toda praxis social y humana; por otro, un impulso destructivo, que actúa en los márgenes de la razón y de la sociedad y los sobrepasa. En segundo lugar, se propone una tesis práctica, según la cual la adecuada tensión entre ambos impulsos es la condición de posibilidad de la libertad humana. Mediante una confrontación entre Hegel y Kafka, teniendo presentes ambas hipótesis, planteo un desplazamiento en la definición del ser humano como animal racional. Para finalizar, hago ver que se trata, en el fondo, de un debate sobre el destino del ser humano.