Abstract
El pensamiento de Leopoldo Zea comienza a tomar cuerpo a partir de la década de 1940 y forma parte de un legado representativo para la filosofía latinoamericana y, más específicamente, para la Historia de las Ideas Latinoamericanas. Las reflexiones que volcó en sus libros, y que expuso en foros de discusión que recorrieron el mundo, estuvieron siempre empeñadas en desentrañar el sentido de nuestra historia, con el fin de esclarecer y organizar los saberes y las prácticas de nuestra vida espiritual. Ello, sin perder de vista la necesidad de buscar todos aquellos modos que permitan articular nuestra cultura y nuestra historia con la cultura y la historia universales. Además, su vasta obra contiene importantes aportes que nutren el legado de una tradición siempre orientada a reforzar la afirmación de los ideales de libertad, la autonomía de los pueblos, la integración y, fundamentalmente, la prospectiva de "imaginar sociedades del futuro igualmente deseables para unos y para otros", tal como lo enuncia Don Leopoldo.L. Zea's thinking begun to take shape during the 1940s; they are part of a representative legacy to Latin American philosophy and, more specifically, to the history of Latin American ideas. The reflections in his books, also presented at discussion forums all over the world, always tried to disclose the meaning of our history in order to enlighten and to organize the knowledge and the practices of our spiritual life, this being so without neglecting our concern about the way our history and culture articulate with the universal history and culture. Moreover, his work nourishes a tradition always aimed at strengthening the ideals of freedom, people's autonomy, and integration, and especially the capacity to "imagine future societies just as desirable for all", as don Leopoldo would say.