Abstract
Para Kant, la contemplación de la belleza natural no solo nos libera de un espíritu utilitario y de explotación, sino que nos eleva como seres humanos a las regiones del sentimiento, en que se vive de forma libre y desinteresada la contemplación del a naturaleza y su respeto. Contemplar la naturaleza bella y preservarla contribuye a humanizarnos, por la libertad que desarrollamos a través de la contemplación, el sentido de vida que nos proporciona la contemplación de la naturaleza bella, la sociabilidad que desarrollamos a través del gusto y el despertar moral que procede de la contemplación de la belleza natural.