Abstract
En la actualidad algunas de las tradicionales diferencias entre lo rural y lo urbano se van haciendo menos claras y existe una corriente de pensamiento denominada nueva ruralidad, para designar los cambios ocurridos en las sociedades agrarias con la ampliación de la pluriactividad no agrícola de los campesinos y en las ciudades con la llamada agricultura periurbana e incluso urbana. Actualmente entre el campo y la ciudad existen mayores interconexiones que en el pasado, dando lugar a que el engranaje entre ambos se intensifique y, en algunas partes (principalmente en los países desarrollados) algunas ciudades de hacen más “rurales” (huertos familiares) y el campo se “urbaniza” por el acceso a servicios metropoli-tanos (drenaje, electricidad, telefonía, etc.) y por la instalación en el medio rural de industrias y establecimientos de servi-cios otrora inexistentes. Los vínculos entre los dos sectores se han intensificado y se complejizan, lo que se expresa en la diversificación de actividades y de relaciones que antes no se presentaban, todo lo anterior dentro del marco de una mayor integración de la agricultura al mercado internacional. Sin embargo en el nuevo panorama de mayor articulación entre ambos sectores, persiste la antagónica relación entre campo-ciudad ya que la contradicción agricultura-industria, no ha desaparecido, por el contrario, se volvió más compleja; y esta variación la neoruralidad sólo la describe, sin llegar a constituir un nuevo paradigma explicativo.