Abstract
Las crisis económicas están generando desigualdades, producto de la violencia estructural; éstas están derivando en las maneras en que los jóvenes construyen y dibujan los sentidos sociales. Los jóvenes deberían ser sujetos que se mueven en toda una temporalidad sin embargo, sus condiciones materiales de vida, no les permiten pensar en un futuro con certezas. Más bien, éstas se desdibujan para ellos y hoy más que nunca aparecen sus sueños postergados y aplazados por la propia violencia de la que son objeto. De ahí, nuestro interés en ver cómo los jóvenes egresados de la universidad, están construyendo dichos sentidos.