Abstract
La lógica, tal como sostienen algunos autores, es una disciplina normativa. Nos dice qué está bien y qué está mal a la hora de inferir, e influye en nuestras prácticas inferenciales. Por otro lado, el problema de la adopción de Kripke y Padró propone que la idea de adoptar principios lógicos no tiene sentido o no es posible. Mediante una comparación con distintas interpretaciones de la idea de normatividad en la lógica, analizaré la compatibilidad entre ambas posturas. La aparente desconexión entre lo que es correcto y las prácticas de los agentes, sumada a la impotencia de las normas para influir en las prácticas inferenciales, llevarán a una conclusión poco alentadora para quienes quieran sostener ambas posturas: si aceptamos que el problema de la adopción es un problema real, entonces hay que borrar todo rastro de normatividad de nuestra concepción de la lógica.