Abstract
Primeramente, haremos un repaso por la noción de diálogo, relación o encuentro en las artes y el pensamiento que se desarrollan durante los años sesenta del pasado siglo y fuertemente a partir del episodio de revueltas del 68. Sostenemos que en las artes, lo dialógico representó una estrategia política por partida doble: la conversación y el encuentro eran tanto un vector de ruptura con los modos de apreciar y vivir lo sensible y de entender el hecho artístico, como un procedimiento para someter el individualismo y construir una presencia corporal y común considerada perdida y/o necesaria. Seguidamente veremos en qué sentido el diálogo se presenta como una de las claves de la filosofía política actual preocupada por combatir al sujeto individualista e hiperproductivo que propugna el neoliberalismo. Finalmente, trataremos de llevar a efecto esta invitación a dialogar. Así, la última sección de este escrito tomará la forma de una conversación entre nosotros, para interrogarnos juntos sobre algunas de las cuestiones anteriormente esbozadas.