Abstract
Uno de los tópicos más extendidos sobre la obra de Th. W. Adorno tiene que ver con la dificultad de su escritura, que muchos consideran una cuestión arbitraria. Por el contrario, el presente texto argumenta que el estilo de Adorno es un elemento fundamental de su proyecto filosófico. Su objetivo es salvar la pretensión enfática de verdad del pensamiento insistiendo en la tensión entre concepto y cosa, desde la que se pretende contrarrestar la tendencia a reducir el lenguaje a un mero sistema de signos sin recaer por ello en las suposiciones del idealismo. De ahí su intento de forjar una forma expositiva que, inspirada en los modelos musicales de la variación y la transición, combina elementos discursivos y asociativos con el propósito de afinar la precisión del trabajo conceptual y de poner los conceptos en movimiento para recuperar el potencial expresivo del lenguaje.