Abstract

Hoy en día, la mayoría de las grandes instituciones públicas y privadas está marcada por el escándalo de los abusos sexuales. La saturación en los medios de estos escándalos no se restringe a alguna organización, afecta a todas, ya sea gubernamental, no gubernamental, religiosa o política Hay miles de víctimas. Desafortunadamente, en torno a estos abusos inaceptables, nace un nuevo tipo de marketing que «folcloriza» el dolor, transformándolo en negocio. Estamos presenciando el surgimiento de una nueva clase de víctima y de una nueva forma de ser una víctima. Es un victimismo sutil lo que se discute aquí, el mismo que ve la condición de víctima como una situación ventajosa de la cual obtener grandes ganancias. La reflexión que sigue explora la cuestión del victimismo, así como sus desafíos en la Iglesia Católica y en una tendencia del feminismo contemporáneo.