Abstract
Este trabajo analiza la disputa entre los defensores de la escolástica y los introductores del positivismo en León, una de las ciudades mexicanas más importantes del siglo XIX. Con este propósito, se examina la manera en que el principal renovador de la filosofía de Tomas de Aquino de aquella época, José María de Jesús Díez de Sollano y Dávalos, planteó la enseñanza de la escolástica en el Seminario Conciliar del obispado de León, en el estado de Guanajuato. Además, se abordan las dificultades que tuvieron los promotores del positivismo para el arraigo de este sistema filosófico, como consecuencia del ataque dirigido desde la curia local, con el fin de reflexionar sobre las variaciones regionales que presentó la implantación del positivismo en México.