Abstract
Bajo el presupuesto de que la gnoseología medieval es realista, este artículo examina una de sus características. A través del estudio de Tomás de Aquino Suma de Teología, I, q. 84, a. 1 y Enrique de Gante, Suma, a. 1, q. 1, se intenta mostrar cómo algunos problemas gnoseológicos son resueltos utilizando el argumento que asume que nuestras facultades cognitivas sirven para conocer la realidad tal cual es. Nos enfocamos especialmente en Enrique de Gante, por emplearlo para deslegitimar la pregunta por la posibilidad del conocimiento.