Abstract
“¿Cómo habría vivido el género humano si Adán no hubiera pecado?”. Este es el tema desarrollado por Francisco Suárez en el quinto libro del Tractatus de opere sex dierum. Según el pensamiento del Doctor Eximius, la pregunta encierra en sí misma la solución, o sea, que el arquetipo Adán y el hombre inmerso en el tiempo no difieren entre ellos y que, como directa consecuencia, para ambos, agregarse a otros semejantes, permite que cada individuo alcance una finalidad y una mayor perfección. El hombre arquetipal no es único sino múltiple y, en su multiplicidad, se diferencia, lo mismo que ocurre con el hombre pre-caída. Francisco Suárez, por eso, analiza tanto el antecedente teológico, según el acto creacional divino, como el fundamento político de la comunidad humana, consecuencia necesaria para el hombre formado de tal manera.