Abstract
Big Data (BD) debe ser considerado un fenómeno socio-tecnológico en tanto que está transformando la cultura de la comunicación y de las relaciones sociales. Recoger, almacenar, gestionar y utilizar datos de forma masiva, en muchos casos con fines lucrativos, plantea problemas relacionados con la privacidad, la propiedad, la identidad, la intimidad, la confianza o la reputación. Aunque no son problemas nuevos, es cierto que se están viendo ahora desbordados por la misma naturaleza de lo que entendemos por BD: volumen, variedad, veracidad, valor y, especialmente, velocidad. La tesis específica de este trabajo es que ya no es posible eludir por más tiempo los componentes éticos de esta novísima acción humana relacionada con los datos. Cabe afirmar que ante este nuevo escenario en el que lo más evidente se desvanece, se precisa reconfigurar lo más obvio: pensar la ética desde un nuevo sujeto moral, aún por definir, que ha suplantado ya al sujeto —humano— responsable en la toma de decisiones. Nos ocuparemos primero de delimitar las áreas en las que podemos establecer que opera esta ética aplicada a BD, para abordar inmediatamente después aquello que hemos denominado el problema de identificación del sujeto moral y de argumentar la posible adopción de un nuevo giro copernicano que nos permita establecer las (posibles) atribuciones de racionalidad que podría desplegar este inédito sujeto moral que representan las máquinas.