Abstract
Se parte de la idea de que el mundo platónico no es el de las ideas sino el que se capta desde la sensibilidad. En el plano histórico-filosófico se recurre a los pitagóricos, aunque el autor no acoje en su totalidad la idea de que sólo los números resuelven la cuestión del mundo. A cambio, apela a una escala musical, propendiendo hacia una estética de lo sublime que exalta la sensilbilidad, la cual irrumpe con una nueva racionalidad en conflicto con la logicidad de las palabras. Por esta razón, los artistas son un paso imprescindible, y con ellos la determinación de la naturaleza del fenómeno artístico. Así se introduce la música para acompañar la comprensión de Platón, y se afirma que el arte del demiurgo no es otro que el de un músico matemático.