Abstract

Los convulsos acontecimientos de estos últimos años han demostrado, a escala global, cuán enajenante es nuestra experiencia presente del tiempo. Las tendencias actuales de la teoría crítica y otros enfoques histórico-sociológicos insisten en el ritmo devorador de la aceleración (P. Virilio; H. Rosa) y en la reconfiguración temporal a partir del “presentismo” (Koselleck; F. Hartog). Sin embargo, sabemos que estas cuestiones distan de ser absolutamente nuevas, y que ya preocupaban a los filósofos y a los fenomenólogos en la primera mitad del siglo XX. La publicación reciente de los últimos tratados del Ereignis y de los Cuadernos negros, redactados en los años 1930 y 1940, nos permite acceder a una reflexión original sobre lo que Heidegger nombra la maquinación o fabricación [Machenschaft]. Nos gustaría analizar la manera en la que, a partir de la fabricación, se puede replantear el sentido de nuestra experiencia temporal íntima frente a la situación moderna. Más concretamente, ahondaremos en las formas en las que la primacía de la fabricación funciona como cerrazón de posibilidades, llegando a impedir que pueda ocurrir algo realmente “histórico”.