Abstract
Gibbon advirtió que es raro que el anticuario y el filósofo se fundan felizmente, pero Jacob Bernays (1824-1881) encarnó ejemplarmente esa figura, a la que añadió la fidelidad al judaísmo. Discípulo de F. Ritschl —el maestro de Nietzsche y Rohde— y amigo de T. Mommsen, llegó a tener un dominio completo de la filología y sus repercusiones en la actualidad. Su interés por Gibbon se manifestó en numerosas conferencias y en las notas de trabajo que traducimos a continuación, de las que Arnaldo Momigliano escribió que no habían perdido su valor cien años después; más de medio siglo ha pasado desde esa apreciación inalterable. El texto, que reproducimos literalmente sin intervención editorial, se encuentra en _Gesammelte Abhandlungen von Jacob Bernays_, ed. de H. Usener, Verlag von Wilhelm Hertz, Berlín, 1885, vol. 2, pp. 206-254. Entre corchetes figuran las aclaraciones del editor alemán (su gran discípulo Usener). Agradecemos al profesor Venancio Andreu Baldó la revisión de la traducción.