Abstract

La confrontación entre Heidegger y Husserl que ha dominado hasta fecha reciente la interpretación filosófica debe ser revisada a la luz de las indagaciones de Husserl sobre la protofacticidad: Ella concierne a una ontología del mundo de la vida que es afín a la mundaneidad heideggeriana: Los protohechos constituyen un horizonte de sentido ya instaurado, que el yo debe reconfigurar en su praxis. Esta protofacticidad inmodalizable alberga un núcleo de protocontingencia que da cuenta no sólo de la contingencia fáctica de las categorías experienciales, sino también la del mundo, del ego y de los entes finitos: En tanto procesos o sujetos a cambios cualitativos en sus características esenciales su modo de ser se caracteriza por una permanente apertura esencial. Ambos pensadores sostienen la contingencia esencial del mundo, de la que sólo puede dar cuenta la experiencia fáctica hic et nunc de un ego encarnado y mundano.The confrontation between Heidegger and Husserl, ever present in philosophical debates, should be reviewed in the light of Hus-serl’s late inquiries into protofacticity. Concerning the ontology of the lifeworld, it addresses some of the issues of Heidegger’s characterization of Dasein as being-in-the-world: Protofacts constitute an already given sense-horizon, which the ego must re-configurate in its praxis. This unmodalizable primal facts host a core of protocontingency that accounts for the factual contingency not only of the categories of experience, but of the world, the ego and of finite beings: Understood as processes or subjected to qualitative changes in their essential structures, their mode of being is characterized by an essential openness. Both thinkers sustain the contingency of the world, for which only the hic et nunc factual experience of a mundane, incarnated ego can account.