Abstract
El autor advierte en el prólogo que pretende reflexionar sobre la ciencia, y en particular sobre la física, “desde el punto de vista del físico que se enfrenta a algunos de los problemas filosóficos y metodológicos de su disciplina”. En esta línea, abundan en el libro interesantes referencias a episodios y temas de la física moderna. A través de ellos se intenta destilar las estrategias del físico practicante enfrentado a algunas de las cuestiones “perennes” de la filosofía de la ciencia. El enfoque es loable pues nos previene contra el peligro de elaborar una teoría sobre la ciencia divorciada de la práctica científica real, y aquí se encuentra uno de los méritos principales del libro. No obstante, el compromiso fundamental del autor es, como señala el subtítulo de la obra, con el instrumentalismo. Ésta es una posición filosófica acerca de la ciencia. Ciertamente, tal vez el instrumentalismo encaje mejor con la actitud de los científicos prácticantes que otras alternativas—lo cual podría ser un punto a su favor, por qué negarlo—, pero no deja de ser una tesis filosófica, y como tal debería ser defendida. El autor es consciente de esto, y por eso mezcla referencias a la práctica científica con consideraciones filosóficas tout court. Bien es verdad que, en general, la argumentación filosófica se reserva para criticar los rivales del instrumentalismo, mientras que las referencias a la física pretenden apoyar directamente la posición instrumentalista.