Abstract
El artículo propone poner a prueba la idea comúnmente admitida de que en la concepción aristotélica las emociones tienen una función o fin en el ámbito biológico. Me propongo probar que esta concepción sería más propia de otras posturas, como la tomista y la cartesiana, y especialmente de la darwiniana y neo-darwiniana. Tras presentar en la sección 2 el tipo de explicaciones teleológicas que Aristóteles admite y emplea en biología, analizo en la parte 3 la concepción de las emociones de Descartes y en especial de Darwin y muestro que ellas se adaptan bien al modelo explicativo teleológico aristotélico. En la sección 4, ofrezco varios argumentos con apoyo en los textos biológicos de Aristóteles para mostrar que, en cambio, este tipo de explicaciones teleológicas de las emociones no aparecen con claridad en los escritos biológicos del estagirita, toda vez que lo que encontramos allí es, más bien, explicaciones fisiológico materialistas del carácter de los animales. Por último, sugiero una asimetría con el tratamiento de las emociones desde el punto de vista de la racionalidad práctica que desarrollaré en trabajos ulteriores.